miércoles, 14 de enero de 2009

Un nuevo año por estrenar



Pasó la Navidad. Todos pusimos de nuestra parte para alegrar a Roakin, pero el no se dejaba ayudar. La mayoría de las veces, ni siquiera se dejaba ver ni acudía a comer con los demás. Se podía decir, que vivía para su amargura y sus recuerdos y para un pasado, que ya nunca volvería. Lamentablemente, así es el pasado, nunca se repite. El corazón de Roakin se había convertido en piedra, una preciosa piedra verde. Verde como la esperanza que el había perdido.
Todos nosotros recordamos las Navidades anteriores, tan alegres, con nuestros queridos amigos de la que fue la "Ciudad en la niebla", con su bullicio, sus tiendas y aquel pequeño niño que le había devuelto la vida, por su cariño hacia aquel jabalí tan desvalido. ¿Cómo estarían nuestros amigos?.
Ya no tenía sentido quedarse. Roakin tenía que buscar su propio camino y nosotros el nuestro.
La noche de Fin de Año, todo era silencio. Era una noche muy oscura, sin estrellas. El frio era muy intenso , así que nos acurrucamos unos contra otros, para darnos calor. El aire ululaba y se colaba por todos los resquicios de la morada de Roakin. Paerecía susurrar antiguas palabras de un idioma místico y ancestral. Daba miedo y cada vez, nos acurrucábamos más hasta formar una masa peluda, en la que no se distinguía donde empezaba uno y de quien era aquella cola. Fué así, como finalmente quedamos dormidos. Cesó el aire y nuestros sueños nos llevaron a épocas de nuestra vida, en la que éramos felices con nuestros queridos humanos.
GINA Soñó con aquella Navidad en la que ella y GATSBY recibieron como regalo una casita acolchada azul. El techo de la casita duró muy poco, porque nunca les gustó meterse dentro. GATSBY recordó aquel árbol de Navidad, todo lleno de ositos. DANDY y LOCKY recordaban las latas especiales que recibían como cena de Navidad. TUSHA y PUSHKIN , tan frioleros, soñaban con sus camitas junto al radiador y con las suaves caricias de AMA y los juegos de AMO. En sus sueños, todo volvía a la vida y volvían a estar juntos.
Pero mientras ellos soñaban, se oyó un suave murmullo, como de pequeñas voces y de roce de algo. Unos pequeños seres etéreos, las estrellas de nieve, estaban dando sus últimos retoques a sdus aristas y sus dibujos. Se oían pequeños crujidos. Alguien dijo muy quedamnente "Preparados.... YA". La sorpresa para el primer dia del año estaba lista. Cuando nuestros amigos se despertasen al dia siguiente, todo sería distinto. La naturaleza habría cambiado y se habría cubierto de un maravilloso manto blanco, como de azúcar.
Había empezado a nevar. El primer dia del año, sería una fiesta inesperada.











En otro lugar de Asgard, dos jóvenes gatos, llamados VALERIA y WALDO, habían llegado por fin a su destino en el bosque de HUNDERTAUGEN. Era el lugar al que debían dirigirse todos los gatos del Gran Jardín. Les habían preparado un recibimiento especial. En la noche de Fin de Año, en la GRAN APOTEÓSIS FELINA, recibirían su nuevo nombre y reencontrarían a sus antiguos amigos, que les habían precedido hasta allí.
WALDO VALERIA