Otra noche, nos contó la historia de una joven sirena, hija del Rey Neptuno, que decidió dejarlo todo, perdiendo incluso su voz y su cola y su familia, por el amor de un principe humano.
Todas sus historias eran igualmente tristes.
Página dedicada a GATSBY, el gato más noble y amable que uno pueda imaginar y a todos los amigos humanos de los gatos
Una fuerte sacudida le hizo despertar de su letargo. No tenía idea de cuanto había dormido, pero se encontraba como nuevo. Ya no sentía aquella molesta sensación de náuseas, ni aquella debilidad que le había ido invadiendo durante las últimas horas. Sintió que no estaba en su camita y se vió inmerso en una luminosidad amarilla. Una brisa suave, agitaba aquellas cosas amarillas y verdes, con hilitos que cosquilleaban en sus orejas. Se sacudió y estiró sus uñas. Primero hacia delante. Luego hacia detrás. Observó que su pelaje negro estaba otra vez brillante y había recuperado su porte de gato opulento y lustroso. Se sentía verdaderamente bien, de nuevo lleno de energía. Por un momento, estiró el cuello, esperando encontrar algo o alguien que le resultase conocido, su casa, sus amigos. Pero parecía que por alguna razón, su mundo se había desvanecido y había sido sustituido por aquel enorme mundo, en el que en vez de techo había algo azul. Tampoco había paredes ni puertas. No le gustaba que no hubiera puertas.¡Todo era tan grande!. ¿Que extraño mundo era aquel?. Le recordaba vagamente a lo que se veía cuando, subido al taburete, miraba hacia la calle. Pero faltaban los humanos y aquellas cosas que rodaban y hacían tanto ruído. ¿Y Ama, donde estaba Ama?. La última vez que la había visto estaba muy seria y hablaba con otra humana que llevaba en la mano una de esas cosas que pinchan y sirven para dar medicamentos. ¡Que extraño era todo!.
Se estiró de nuevo y echo a andar por aquel mundo lleno de colores y olores que eran nuevos para el.
Anduvo y anduvo, pisando un mullido suelo verde, bordeado de árboles. El calor del medio dia empezaba a notarse. Tenía sed.¿No habría nadie en aquel lugar, que pudiese decirle como ir a su casa, donde lo tenía todo?.De pronto, un silbido repetitivo, lo sacó de sus cavilaciones. Fijó la vista y vió un pájaro de color rojo escarlata. Parecía dirigirse a el. Se acercó y el pájaro le dijo "Te saludo amigo LOCKY, bienvenido a ASGARD"."¿Cómo sabes mi nombre. Que hago aquí. Cómo puedo volver a mi casa?", dijo Locky. "Soy el mensajero y lo se todo sobre vosotros. No puedes volver a tu casa. Esta es una nueva vida, una nueva oportunidad". "Pero entonces", dijo Locky "nunca volveré a ver a Ama ni a Brochita ni a los demás?. "De momento no, pero si sabes buscar, podrás encontrar a tu hermana EDDA, en el santuario de la diosa BAST, iluminado por velas que arden en el agua". Para ello, deberás buscar la ayuda de otros gatos, que encontrarás en tu camino. Descubrirás que ellos tienen cosas en común contigo, que ni imaginas. Ponte en marcha y que BAST te acompañe".
Fue aquella carta de sus humanos enviaron a TUSHA, la que desencadenó de nuevo todos aquellos recuerdos.
La carta decía:
Querido TUSHA,
Hace ya un año que en la madrugada del 15 de Agosto tuviste que dejarnos. El recorrido final fue largo y penoso, para ti, por tu enfermedad y para nosotros, porque no soportabamos verte sufrir. Preferimos recordar los 9 años felices que pasamos juntos, tus dos humanos y tus amigos felinos, Gatsby y Gina (que ahora están contigo), tu querida Schatzy y el rebelde y provocador Obi. Fueron 9 maravillosos. Nunca olvidaremos tus profundos ojos verdes, tu cara seria y, sobre todo tu vocecita suave y tu cariño inmenso. HASTA SIEMPRE AMIGO. Volveremos a vernos, pero aún no. Te queremos: M, L y Schatzy.
Sus amigos estaban sentados , disfrutando de una noche de verano, excepcionalmente fresca. Tusha se apartó de los demás. Apoyó su cabeza sobre el césped y recordó. Le venían confusas imágenes de momentos en la clínica, con tubos en las patitas y cosas que pinchaban. Porqué le harían todo aquello?. Gatsby le había explicado que eran intentos de curarlo, pero se sentía tan mal....
De pronto, una mano cálida y regordeta se posó sobre su cabecita de terciopelo gris. Miró tristemente de reojo y vió a AIRAM, su "ser luz". "Se como te sientes. Mañana también hará un año para mi", le dijo AIRAM. "Anda, ven conmigo, vamos a hacer una pequeña excursión".
Sin saber cómo, AIRAM abrazó a TUSHA y juntos volaron hasta posarse en la media luna que a duras penas iluminaba el cielo.
"Sabes, no debes estar triste", le dijo AIRAM, "yo estoy feliz, porque se que nos recuerdan a todos cada dia y en cada momento. Además, si lo piensas, les hemos hecho tres regalos maravillosos". "Hemos devuelto la salud y el ánimo a uno de ellos, que quería morir. Le hemos concedido un deseo a otro de ellos y les enviamos a dos de nuestros ángeles en un momentoi muy difícil. En realidad, tratamos de ayudarles en todo lo que podemos desde aquí. ¿No crees que nuestra labor es muy importante?. Ellos cuentan con nosotros".
De pronto, lágrimas de alegría rodaron por las mejillas de AIRAM. Una cayó sobre la cabecita de TUSHA, que se estremeció ante el fresco de la noche y se acurrucó contra AIRAM. Las demás, cayeron al vacío y se convirtieron en polvo de estrellas, que cayó a la tierra formando innumerables luces blancas diminutas, como estrellas incandescentes. Todo el cielo, quedó iluminado en un instante.
"Sabes", dijo AIRAM, "cada una de estas lágrimas de alegría, serán deseos que se cumplirán". "No estés triste, ellos estarán bién. Nosotros siempre velaremos por ellos".
TUSHA no contestó. Un leve ronquido hizo volverse a AIRAM. TUSHA dormía feliz, recordando esta vez los buenos momentos de éxtasis con su dulce SCHATZY, los juegos, los despertares y los largos abrazos de Ama. En sus sueños, estaban juntos otra vez.
AIRAM, contempló las pequeñas luminarías que aún caían y se preguntó, dónde estaba el límite entre el sueño y la realidad.
Llevábamos ya varios meses en aquella maravillosa ciudad. Nuestros nuevos amigos, se resistían a dejarnos marchar. Los humanos nos mimaban y nos proveían de todo tipo de comodidades y nunca nos faltaba nuestra leche caliente. Durante el frío invierno, cuando estaba cubierto de blanco, solíamos refugiarnos en algún lugar cálido y siempre surgía algo que celebrar o alguna nueva historia que contar.
Nosotros les contamos de nuestra ciudad, en la que durante varios dias el cielo se volvía de brillantes colores y en la que en primavera florecían los naranjos en las calles.
Gatsby, que llevaba algunas semanas muy nostálgico, les habló de Amo y Ama y de nuestra querida Schatzy, con sus ojos pintados.
Tusha les contó la historia de aquella pareja de tórtolas que haciendo frente a la lluvia y el granizo, crió a sus pequeños y frágiles hijos.
Dandy y Gina hablaron de su maravilloso jardín, en el que que al llegar el otoño los árboles se teñían de amarillo y rojo.
La bella Giulietta nos contó de una ciudad en la que unos amantes, cuyas familias eran enemigas, prefirieron morir, antes que renunciar a su amor. Conocía muy bien la historia, porque de ella provenía su nombre.
Hacía días que había entrado la primavera y la ciudad se había cubierto de pequeñas flores amarillas y de preciosos iris violetas, símbolo de la ciudad, pero aquella tarde, el viento soplaba con mucha fuerza. Se colaba por todos los resquicios y silbaba. Los árboles se movían de un lado al otro y sus ramas, casi se doblaban.
Las nubes se arremolinaban en el cielo. Fué en aquella noche tan desapacible, cuando Azzurra nos contó de una ciudad muy, muy antigua llamada GATIBONA, en la que los gatos eran famosos y eran considerados ciudadanos como los humanos . En aquella ciudad, los gatos se movía a su antojo por los antiguos monumentos y ruinas de tiempos lejanos y eran admirados por propios y extraños. Al oir aquello, nos miramos y, por alguna extraña razón, de nuevo se despertó en nosotros el espíritu viajero. Tal vez fuera el viento que impulsa a los espíritus inquietos, tal vez las historias de nuestros amigos. No iba a sernos nada fácil dejar la querida ciudad y tantos buenos amigos, pero algo nos decía que pronto sería el momento de continuar nuestro viaje.