miércoles, 15 de agosto de 2007

Una misión urgente

Aquella noche tuve pesadillas. Veía a mi amigo TUSHA que quería volver a casa y a Amo y Ama. De pronto, todo se volvía rojo. Luego negro. Luego nada. Vacío.
Noté que alguien me tocaba. Era LAIKA. "Despertad, teneís que volver a Hundertaugen. Es urgente, alguien necesita vuestra ayuda.
Después de recoger nuestras cosas y tomar un pequeño bocado, nos despedimos de nuestros nuevos amigos y de LAIKA y emprendimos nuestra marcha. Esta vez, debíamos seguir un trayecto más corto y caminar deprisa, así que BORIS y DOBY nos acompañaban, para protegernos de posibles encuentros con los mutantes del bosque.
Llevabamos varias horas andando. Los pájaros cantaban a nuestro alrededor. De pronto, se hizo el silencio.
Sobre un montículo, en frente de nosotros, vimos 4 criaturas extrañas. Eran seres irreconocibles.

"Mutantes", dijo BORIS, "espero que no nos den problemas".








El que parecía el jefe, era un ser, con cabeza de león, pero que andaba a dos patas. Un extraño paso en la evolución.
Se aproximaron, con intención de cortarnos el paso y quizás de amedrentarnos.
"Cómo os atreveís a entrar en territorio de mutantes", dijo el león, "¿acaso ignoraís que es peligroso?".
DOBY, el valiente perro vigía, se abalanzó hacia ellos y, enseñando sus afilados colmillos, gruñó "No deis un paso más", "¿Quienes sois?".
"Yo soy Loënmann, el más fuerte", contestó el león, "y estos son Affmann, Wulfmann y Kuhala". ¿Que haceís aquí, y cual es vuestro propósito?.

Esta vez fué BORIS, el pacificador, el que contestó. "Somos BORIS y DOBY de HundeAsgard, que acompañamos a nuestros amigos gatos. Ellos deben volver a Hundertaugen, porque deben realizar una misión urgente. Es la razón de que hayamos acortado por vuestro territorio. De no ser así, podeís estar seguros que hubieramos dado un rodeo. No pretendemos alterar vuestra vida ni vuestras costumbres".
"Está bién", dijo Loënmann, "podeís pasar, pero si quereís un consejo, tened cuidado con los mutantes lacustres. Poneos estas hojas de hiedra en las orejas, sinó os embaucarán con sus cánticos y os desviarán de vuestra misión.

Después de agradecerles sus consejos, continuamos nuestro viaje. Despues de varias horas de camino, a través de un bosque denso y fragoso, observamos que el suelo era cada vez más verde. Los líquenes cubrían los troncos de los árboles y los helechos eran tan altos, que casi no nos dejaban ver. La humedad ambiental, denotaba la proximidad de algún rio o lago.
DOBY, que nos precedía dio la voz de alarma. "Detenéos, compañeros. Creo que nos hemos topado con algunos lacustres. Será mejor que introduzcaís estas hojas de hiedra en vuestras orejas".
Así lo hicimos y nos dispusimos a bordear un hermoso lago.






Vímos un pez con cuerpo de humana, que descansaba sobre un enorme caracol y unos caballos que parecían hechos de agua.

Era claro que intentaban comunicarse con nosotros pero, gracias a las hojas de hiedra de los mutantes, no podíamos oirlos. Sus voces eran tan agudas que notábamos la vibración en nuestro pelaje.
Avanzamos siguiendo nuestra ruta preestablecida.


Cansados y con nuestras almohadillas plantares desgastadas, llegamos al fin al límite de HundertAugen. Era el momento de despedirnos de Boris y Doby, lo cual hicimos agradeciéndoles su gran ayuda. Ya siempre seríamos amigos.
Matías nos esperaba con impaciencia. "Llegaís justo a tiempo. Aún hay luz diurna. No perdaís más tiempo. Dirigíos al pozo de la Nueva Vida. Os están esperando. Rápido."
Caminamos en dirección a un pozo, situado en medio de un prado cercano. Oímos maullidos pidiendo ayuda en su interior. Primero fui yo, Gatsby, quien se inclinó a ver quie nos reclamaba. Oï un "NOOOOOOO!!!!". Aquella voz........ ALargué mi pata peluda y rojiza y una fina pata blanca se agarró a la mia. Lo sujeté firmemente y de pronto me di cuenta .... "TUSHA, amigo, pero ¿que haces tu aqui?".
"¿GATSBY?, pero ¿que sitio es este, como he llegado hasta aquí?. Tusha salió del pozo, sacudiendo su pelaje de terciopelo gris y blanco. Su cara denotaba sorpresa. Todavía no comprendía nada.
"Solo recuerdo que estaba enfermo desde hacía algún tiempo", dijo TUSHA, "Por cierto, ¡me siento como nuevo!. ¿Donde están Amo y Ama?. Sabes, durante un tiempo estuve algo enfadado con ellos. Me llevaban a un sitio donde me pinchaban en las patitas y luego me dolían un montón. Además, me daban una comida horrible que parecía corcho. Ültimamente todo mejoró. Me daban jamón en todas las comidas y Ama me cepillaba constantemente . Estaba encantado.¿Que me ha pasado?. Lo último que recuerdo es que muy pronto por la mañana me llevaron a un sitio y me pusieron sobre una mesa muy fria. Ama me acariciaba y me decía que me quería. Apoyaba mi cabeza con su mano. De pronto me quedé dormido. Oía la voz de Ama a lo lejos y un sonido rítmico POM POM, POM POM. Silencio. Luego noté mucho frío y todo estaba oscuro y aparecí aquí. ¿Que sitio es este?. Quiero irme a casa."
"No puedes irte a casa, ahora estás en el cielo y esta es otra vida"
"¿Cuando volveré a ver a Amo y Ama?. Quiero verlos. Seguro que me están buscando".
"No te preocupes, algún dia todos volveremos a estar juntos. De momento, intenta pasarlo bien aquí. Seguro que hay gatos aquí que conoces y otros que te gustará conocer. Yo te ayudaré."

Entretanto, Dandy estaba ocupado ayudando a salir del pozo a otro gato. Se llamaba OTTO y acababa de llegar del Jardín Botánico. Seguro que tanto TUSHA, como OTTO, tendrían muchas cosas que contar y que aprender. Pero aquí tenemos todo el tiempo del mundo.