lunes, 2 de noviembre de 2009

Una sorpresa inesperada


VIOLETA nunca fué feliz. Nunca supo porqué, pero FREYA, su madre había sido muy severa con ella y sus hermanos. Esto había hecho de ella una gata tan tímida que nunca quiso a nadie, ni se dejó querer. Su madre le pegó de pequeña y sus compañeros le pegaron de mayor. Habían pasado años así y por fin, habia logrado liberarse. Había estado un tiempo enferma y débil. Una mañana en que ya se encontraba muy débil, su humana la había sacado en una caja y había sentido un reflejo brillante y cálido a través de las rendijas. Era agradable, pero ya solo quería acabar con aquella vida. Su súplica fué escuchada y de pronto, se encontró a si misma, como renacida, pero en un lugar totalmente desconocido. Sus patitas pisaban sobre un suelo blando y mullido, tan diferente al que ella conocía. Algo agitaba su pelaje y sus bigotes. Era una sensación fresca y agradable que nunca antes conociera, ella que vivíera atemorizada en la estantería durante tantos años. Anduvo, disfrutando de su nueva vida, sin encontrar a nadie que la molestara asustase.
No muy lejos de allí, la gran sacerdotisa Sofía, preparaba a nuestros amigos para una excursión muy especial. Algo inesperado y muy deseado iba a ocurrir, que marcaría el primer logro de su viaje.
Cuando el sol comenzaba a brillar sobre el Gran Azul, comenzó aquel viaje para nuestros amigos.
El dia transcurrió muy animadamente, entre historias y risas. atravesaron riachuelos y bosques con árboles de muchos colores, rojos, amarillos, ámbar. Por fin, llegaron a una alameda de amarillos árboles, cuyas hojas susurraban al ser agitadas por el viento.
"Pronto estaremos en KINDERGARTEN", dijo Sofía "ese es el lugar al que nos dirigimos".
"¿Cual es la misión que nos lleva allí?, pregunto Gatsby, con su curiosidad habitual. "Lo sabreís en su momento", comntestó Sofía", para que todo sea como se espera, debeís actuar con total espontaneidad".
Atravesaron el largo camino bordeado de
aquellos árboles amarillos tan parlanchines que parecían decir "ya queda menos, ya queda menos" . Empezaba a caer la tarde. Las sombras se hacían más largas y oscuras. Largas nubes de color naranja intenso, como desflecados girones de un velo desgarrado, cubrían el cielo de aquel atardecer de otoño.
Muy pronto, la oscuridad dominó sobre la luz. Había algo de misterioso en aquella tarde.
A lo lejos se dibujaban unas montañas y en ellas, muchas
pequeñas luces. Se dirigieron hacia allí.
Sin saberlo, Violeta, también había sido atraída por aquella luz. Estaban destinados a encontrarse.
Sofía se adelantó y
una esbelta gata de color pardo y grandes ojos rasgados salió a su encuentro. SE toparon y se miraron inquisitivamente a los ojos. La gata parda asintió. "Amigos", dijo Sofía "os presento a FREYA, la Madre Universal de KINDERGARTEN. Dejemos que sea ella la que os cuente su historia y os explique porqué estamos aquí".
"Vereís", dijo Freya estirándose sobre sus patas," yo tuve
varios hijos y lamento reconocer que nunca fuí una buena madre para ellos. Fueron tratados por mi con tanta dureza, que les marcó de por vida. Cuando llegué aquí, el GRAN AÉL, el espíritu Universal que todo lo ve y lo rige, decidió que debía lavar mi culpa por lo que hice, cuidando de por vida a todos los cachorros que debiesen volver a nacer. Por esto me llaman la Madre Universal. Hoy es un dia especial, es la noche de difuntos, la noche en que el velo que separa los dos mundos es tan ténue que se rompe a girones por algunos lugares, de forma que los habitantes de ambos lados incluso pueden tocarse. Es noche de muerte y de renacimiento. La noche en que todo es posible. Hoy, mi hija Violeta, que tan desgraciada fué por mi culpa toda su vida, volverá a mi y deberé demostrarle que he aprendido a amar y a comprender". "En cuanto a vosotros, mis amigos recién llegados, será vuestra oportunidad de hacer muy felices a seres que amais muchísimo, dando algo de vosotros para que siempre os recuerden". "Pasad y conoced nuestro KINDERGATEN".
Dejando atrás la oscuridad de la noche, se introdujeron por unos túneles hacia el interior de la montaña, iluminados por la luz de brillantes luciérnagas. Todos ellos confluían en una extensa zona circular común, calida y con iluminación
mucho más ténue. Estaba acondicionada para ellos, pero estaba atravesada por árboles y por un orificio en lo alto, podía verse una redonda luna llena. Lo que vieron allí, les hizo sonreir. Cientos de pequeños cachorros de gato dormían en sus cestas. Otros trepaban a los ñárboles enjugazados. Los había de todos los tipos y colores. "Bien, ha llegado el momento", dijo FREYA. "Concentráos en pensar en vuestros queridos humanos, como si estuvieseis con ellos. Vais a hacerles un regalo maravilloso e inesperado. De entre todos estos pequeñines, debeís elegir uno para ellos. Aquél que más les vaya a recordar a vosotros. Luego, cada uno de vosotros deberá darle algo suyo al pequeño, algo que os recuerde cada dia". "También es la oportunidad de devolver la vida a uno de éstos pequeños cuya vida fué muy corta. Ponéos a buscar".
Nuestros amigos fueron recorriendo y observando en detalle a cada uno de los cachorros. Era una tarea difícil porque todos eran preciosos. Finalmente, después de largas deliberaciones, todos estuvieron de acuerdo en dos candidatos. Uno era un siamés rayado, que parecía un clon de
Dandy o de Gina. El otro era un pequeño Gatsby.
"¿No podemos regalarles los dos?", preguntó Dandy. "No es posible", dijo Freya, "solo uno está destinado a ellos. El pequeño siamés está destinado a dar alegría a las ancianas de u
na residencia. Su destino está marcado". "Sea pues el pequeño gatito peludo naranja y blanco. Ahora, debereís darle cada uno algo vuestro. Sed generosos. Tened en cuenta que es como un libro donde todo está aún por escribir."
"Bien", dijo Gatsby, "yo le daré mi aspecto y mi pose señorial. También mi nobleza y mi forma de andar y jugar".
"Yo le daré mi elegancia, mi remolino y mi suave maullido. También mi forma de desperezarme y estirarme", dijo Tusha.
"Yo le daré mi picardía, mi inteligencia", dijo Gina.
"Yo le daré mi agilidad y mis topadas tan cariñosas. También mi fuerte ronroneo", dijo Dandy
"Po
co me habeís dejado, per lo más importante. Yo le daré mi cariño incondicional y, porque no, .... mi habilidad en colarme en las habitaciones".
"Yo le dar
é mi mirada transparente y mi amor por el agua", dijo Edda.
"Sea pués. Pequeño gato naranja, vuelve a renacer a una vida mejor. Te colocaremos en el mejor lugar para ser encontrado
, en el Gran Jardín. Dandy que lo conoce bien, te guiará desde aquí". Con el hocico, apartó al pequeño gato naranja. "Juntemos ahora nuestras patas y elevémosle hacia el velo de la noche. Diremos una oración felina por ti:

"Pequeño gato, breve fue tu vida anterior, ahora eres como un libro en blanco, ve ahora hacia una nueva oportunidad de ser y hacer felices a los que te rodeen. Tus dones son muchos. Vive y sé feliz."

Salieron emocionados a la luz de la luna. Todos habian participado en aquella reunión tan mística, tan evocadora. Aquella era indudablemente una noche mágica, en la que misteriosos girones volaban sobre la luna. No se sabía bien si eran nubes o criaturas que viajaban entre ambos mundos.
Fué entonces cuando apareció VIOLETA. Al ver otros gatos, retrocedió asustada. ¿Volverían a pegarle, como siempre había ocurrido a lo largo de su vida?. FREYA, reconoció a su hija. Supo que había llegado el momento de expiar su culpa y estar por fin en paz consigo misma y con su hija. Avanzó hacia ella, le tendió su pata y le dijo: "Mi querida hija VIOLETA, nunca me perdonaré el mal que te hice si tu no me perdonas. Ven conmigo, te prometo que ya nunca volverá a hacerte daño ni a asustarte. Quédate con nosotros y podrás ayudarme a cuidar a todos estos pequeños maravillosos". VIOLETA dudó, pero vio la sinceridad en los ojos de FREYA y siguiendo un impulso totalmente nuevo en ella, avanzó y dió una topada cariñosa a su madre. "Me quedaré", dijo, "siento que ahora todo será distinto. Por fin seré feliz. Aquí es donde quiero estar".
Había sido una noche larga, tan especial y tan llena de emociones, pero había llegado el momento de descansar antes de emprender el viaje de vuelta. Nuestros amigos se sentían extremadamente felices. Solo Dandy se sentía un poco triste. El hubiese querido darles tambien al pequeño gato siamés , pero no se podía cambiar el destino. FELIZ NOCHE, FELICES SUEÑOS.......PRRRRR, PRRRRRR, PRRRRRR, PRRRRRRR............




domingo, 11 de octubre de 2009

La estrella, el cangrejo y la caracola














El cielo se había cubierto de nubes. Amenazaba lluvia y el gran azul se había vuelto gris. Las tardes eran cada vez más cortas y los baños de nuestras amigas las sirenas también se habían acortado.
Pasábamos más tiempo contando historias.
Fué una de esas tardes que amenazaban lluvia, cuando comenzamos a hablar de la vida y las motivaciones de cada uno. Todos parecíamos estar de acuerdo en que nunca olvidaríamos nuestra vida anterior ni a nuestros queridos humanos. No acabábamos de comprender el porqué tuvimos que dejarlos, para ir a vivir a aquel otro mundo. No era un mal mundo, pero ellos nos faltaban tanto... Si, aquello de la ley de vida y que nuestro ciclo vital era más corto estaba muy bién, pero no dejaba de doler.
Fué entonces cuando alguien nos contó aquella historia, la historia de "la estrella, el cangrejo y la caracola". La historia de una mujer, en el otro extremo del Gran Azul, que no comprendía la finalidad de su existencia.
Paseaba por la orilla de la playa tarde tras tarde y siempre se preguntaba cual era el sentido de su vida. Su mirada se había vuelto azul, de tanto mirar al mar.
El gran Poseidón decidió ayudarla , escribió un mensaje y lo introdujo en una botella
Una de aquellas tardes, la mujer encontró una botella en la orilla. La recogió y, al a brirla, descubrió un papel enrollado en su interior. En letra de extraños caracteres se leía lo siguiente:
"Si buscas el sentido de tu vida, deberás encontrar tres criaturas marinas. Ellas serán las claves que deberás desvelar. Una deberá representar tu pasado, otra el presente y otra el futuro que desearías. Cuando los encuentres, lo sabrás".
Así pues, la mujer comenzó a buscar. Desechó las conchas. Su belleza no significaba nada para ella. Tampoco los erizos tenían ningún sentido. Los cantos rodados eran demasiado triviales. Cuando encontró aquella estrella de mar de color cobrizo, supo que era la primer de las claves, su pasado.
Una tarde, cuando estaba aprovechando los últimos rayos de sol del atardecer, se acercó a ella titubeante un pequeño cangrejo. Lo tocó y el retrocedió y se escondió en su concha. Supo al instante que era la segunda clave. La clave de su presente.
Faltaba solo preguntarse, qué era lo que deseaba para su futuro. Tras mucho meditarlo, se tropezó con una preciosa caracola. De nuevo lo supo. Ella significaba su futuro.
Había llegado la hora de reunir todas las claves y por fin comprender....
Las conclusiones a las que llegó fueron que, la estrella significaba un pasado feliz y brillante, algo para recordar en los momentos difíciles y que siempre le haría sonreír.
El cangrejo, un presente no siempre fácil, a veces solitario y algo huraño, no siempre fácil de afrontar, pero valioso para vivir día a día.
En cuanto a la caracola, la cogió y la acercó a su oído. Era una de esas preciosas caracolas que al acercarlas al oído susurran el sonido de las olas. De las olas que van y regresan a la orilla una y otra vez. El sonido del mar y todas sus criatura
s. El sonido de la vida. Era su favorita, pero esas mismas palabras y susurros, podrían ser escuchados por cualquier persona que se acercase la caracola al oído. Su futuro nunca sería exclusivamente suyo, tendría que compartirlo con los demás, para ser y hacer felices a los demás.
Así la mujer comp
rendió que siempre podría recordar su brillante pasado, que su presente, aunque a veces pareciese difícil, valía la pena de ser vivido y la clave de su futuro estaba en escuchar, compartir y hacer felices a los demás.
"Bonita historia", dijo
GATSBY, "hacer felices a los que queremos es muy importante".
"Cierto", dijo SOFÍA "muy pronto debereís acompañarme", dijo SOFÍA, la Gran Sacerdotisa, "debeís saber que no estaís aquí por aza
r, sino que estaís cumpliendo una misión. La primera parte de vuestra misión está a punto de comenzar y está relacionada con los que fueron vuestros humanos. Muy pronto serán felices de nuevo gracias a vosotros y os recordarán a cada momento. Solo debeís tener un poco de paciencia". "Descansad ahora".

sábado, 5 de septiembre de 2009

Espuma de mar










Sin darnos cuenta practicamente había pasado el verano. Las tardes empezaban a acortar lentamente, pero el calor de Septiembre todavía permitía a nuestras extrañas amigas seguir con sus costumbres, con sus baños vespertinos y sus juegos acuáticos. Al salir del agua, era cuando todo era más interesante, pues nos contaban aquellas preciosas historias y cantaban de forma tan embrujadora, que uno nunca se cansaba de escuchar.
Había una entre ellas , que resultaba especialmente misteriosa, porque parecía vivir ausente, como en otro mundo.... siempre mirando al mar y de pronto, desaparecía. Fué una de aquellas cálidas tardes en que el sol ya adquiría un color más dorado, cuando Gatsby ya no pudo resistir más su curiosidad y se acercó a preguntarle. "Amiga", le dijo"¿quien eres tu y que buscas , mirando siempre al horizonte?". Sin dejar de mirar en la misma dirección ella contestó con una voz que sonaba como una suave música, "Como gata me llaman EVA, pero entre los míos, me llaman Espuma de Mar. Mi historia es triste y alegre a la vez".
Entretanto, y guiados por la misma curiosidad, se habían reunido los demás compañeros a nuestro alrededor . GINA, que como buena gata es muy curiosa le dijo con insistencia "Cuéntanos tu historia, te escuchamos encantados".
"Pues vereís, yo llevaba una vida normal, como cualquiera de mis hermanos y hermanas. Tenía mis amigos, jugaba con los delfines y de vez en cuando me acercaba hasta las rocas de la isla, para observar con curiosidad a aquellas curiosas criaturas que en vez de cola, tenían dos piernas y se desplazaban mejor sobre la tierra que por el mar. Eran varios y yo no solía diferenciarlos. Argos, mi amigo el delfín, me decía que no todos eran buenos y que era mejor no acercarse demasiado a ellos. Fué una tarde del pasado Mayo, cuando después de una terrible tormenta, caí en la red de un hombre de la isla, que había salido a navegar. Era una tarde gris y lluviosa. Yo había estado nadando contra las fuertes corrientes marinas hasta quedar exhausta. El hombre de la isla, me sacó de la red y me miró con gran extrañeza. Me depositó suavemente sobre una roca plana y me observó con preocupación, hasta que abrí los ojos. Su edad era mediana, su pelo canoso y llevaba un gran bigote. No podría decir que fuese guapo, pero hay algo en el que.....
Me habló en un idioma que no comprendía, pero su voz era tan amable que me fascinaba escucharle. Ya repuesta totalmente, volví a mi mar, pero regresé una y otra vez y pasaba el dia esperando que llegase la tarde para encontrarle de nuevo. A fuerza de escuchar sus historias, empecé poco a poco a comprender su idioma. Me dijo que su nombre era Kostas y que su familia siempre había vivido en aquella isla. Era una isla muy pobre, pura roca, de la que la gente solía emigrar para buscar fortuna. El y su familia también lo hicieron hace muchos años, pero el siempre volvía a su isla, con su mar profundamente azul". "Con el paso del tiempo, nuestra amistad, se había vuelto muy especial".
"¿Porqué no te quedaste con el?", preguntó GINA. "Bueno, sabeís, el problema es que yo no me podía dejar ver entre los de su especie. Además, él no está solo. Tiene una familia, una amable mujer y varios hijos. Ellos no hubieran comprendido nuestra amistad. Yo solo podía pasar un rato cada tarde con el, hasta que el sol tocaba el horizonte. Conforme iban acortando las tardes, ese rato cada vez era más corto y yo, no hacía más que mirar hacia la isla y esperar. Mi querido ARGOS, el delfín azul con el que había jugado desde que ambos eramos pequeños como pececillos, tomó una importante decisión. Nadó y nadó durante dias. Fué a contarle la triste historia de Espuma de Mar y el hombre de la isla al gran Poseidón, el que domina todos los mares. El señor de todos los océanos, se compadeció de nuestra historia. La solución no era fácil, por ello, mandó un emisario a hablar con el Gran Oráculo de la Diosa Gato. Sofía, la suma sacerdotisa le informó que casualmente, una de sus gatas no hacía más que mirar al mar. Su nombre era EVA y su color era blanco, como la espuma de mar. Para Poseidón, todas las señales coincidían. Comprendió que como gata, sería fácilmente aceptada por la familia del hombre de la isla. Pocos días después, en el dia de mi cumpleaños, fuí llamada por el Gran Poseidón. Era impresionante, majestuoso, con sus corona de conchas y estrellas de mar y sus magníficos caballos de agua. Se dirigió a mi y me dijo. "Espuma de mar, voy a hacerte un regalo, gracias al cual, podrás pasar tiempo con tu querido amigo. Cuando el sol toque el horizonte, te transformarás en una gata blanca, como la espuma de mar, con lo que serás amablemente aceptada por su familia. Sin embargo, por las noches, mientras el duerma, volverás al mar, te convertirás de nuevo en una sirena, nadarás con tus hermanos y por la mañana nadarás hasta la orilla, donde esperarás de nuevo el momento de encontrarle. Así deberá ser, para que nadie resulte perjudicado en esta historia".
"Porqué no te transformó definitivamente en gata, para que pudieras quedar con tu amigo para siempre?", preguntó TUSHA, "debe ser muy doloroso separarse una y otra vez de los seres queridos!".
"Es el precio que debo pagar", contestó Espuma de Mar, "es mejor así. No debemos cambiar nuestra naturaleza por mucho que queramos a los demás".
Cuando el sol empezó a declinar, Espuma de Mar agitó su rojiza melena al viento y nos sonrió con la sonrisa más feliz que uno pueda imaginar. Después, despidiéndose con la mano, se zambulló en el Gran Azul.



miércoles, 12 de agosto de 2009

Historias de la brisa marina











Los días y semanas en Myrtos, pasaban casi sin sentir. Algo tenía aquel lugar y sus habitantes, que hacían olvidar el tiempo. Sería su mar tan lejano y azul, serían las tardes soleadas sobre la blanca arena, sería la amabilidad de sus extrañas habitantes, o sería la brisa, aquella brisa acariciante, que parecía susurrar secretos nunca dichos.
Las tardes pasaban alegremente, entre risas y chapuzones. La escena se repetía cada tarde. Las gatas se introducían en el azul y en contacto con el agua se alargaban y cubrían de escamas y su pelaje, se convertía en una larga cabellera. Una vez en la orilla, cuando el sol se ponía y la arena se convertía en polvo dorado, volvían a ser gatas. Era entonces, cuando se contaban historias lejanas o próximas, de las gentes que vivían a orillas de aquel inmenso azul.

Tusha andaba un poco tristón en los últimos tiempos, porque ya llevaba dos años en aquel lugar y seguía sin encontrar a sus humanos tan queridos. Era feliz con sus viejos amigos y con todos los nuevos que iba conociendo, pero segúia echando de menos a Ama y a Schatzy y también a Amo y cómo le quitaba el sitio en el sofá. Locky llevaba casi un año, pero el haber encontrado a su hermana Edda, le había compensado de todo.

Fué Sofía, la gran sacerdotisa, la que se acercó a el aquella tarde a Tusha y le dijo: "Querido amigo, no debes estar triste, el tiempo hace que los seres que realmente se aman, vuelvan a encontrarse, no importa el tiempo ni la distancia y, para demostrártelo, te contaré un par de historias". "Acercáos todos y escuchad". "La primera, ocurrió en una ciudad a la orilla de nuestro gran azul, allá en el oeste. Una gaviota llamada Stavros, que volaba hacia el oeste, se posó una mañana en una vieja torre. A lo lejos, se oía una gran algarabía. "¿Quien eran aquellos seres y porqué gritaban todos a la vez?". Notó que alguien le obsevaba y al levantar la vista, se encontró con los redondos ojos de un ser de maravilloso plumaje rosado. "¿Quien eres tu?", preguntó Stavros."Soy una cacatúa rosa, hija y pariente de generaciones y generaciones procedentes del Gran Jardín. Mi especie procede de tierras tropicales, mucho más al sur, pero vivíamos en cautividad y teníamos la vida resuelta, hasta que a alguien se le ocurrió soltarnos y abandonarnos a nuestra suerte. Desde entonces sobrevivimos como podemos y anidamos en las hoquedades de esta antigua torre. Al atardecer, recorremos volando la ciudad buscando alimento aquí y allá. La ciudad no es un lugar fácil ni amable. El cemento hace que en verano, el calor sea insoportable y en invierno la humedad puede calar hasta matarte". "¿Porqué nunca volvísteis a vuestra tierra de orígen"?, preguntó Stavros. "Porque ya no sabemos volver y el viaje sería demasiado largo", contestó la cacatúa rosa. Siguieron hablando durante muchos días. El le contó de sus islas y de su mar profundamente azul, de los pueblecitos blancos..... Al final, se hicieron inseparables. Stavros se alejaba volado hacia la costa y siempre volvía planeando. Pero llegó un día que la nostalgia por su tierra, su mar y su gente fué creciendo y tuvo que marchar. La cacatúa rosa estaba tan triste que no se atrevía ni a mirarle. "Vuela conmigo", le dijo Stavros. "No podría, aunque quisiera, porque mis alas ya no están preparadas para un viaje tan largo". "Está bién, yo volveré, pero hasta entonces, cada vez que la nostalgia sea insoportable, batiré mis alas con fuerza, y entonces sabrás que estoy pensando en ti. Notarás una fresca brisa que acariciará tu cara y arremolinará tus plumas. Recuerda siempre que aunque esté lejos, la misma luna y el mismo sol nos iluminarán".
Pasaron las semanas, durante las cuales, sopló un fresco viento en la ciudad de cemento. La cacatúa sabía... y oteaba cada mañana las brumas del amanecer. Una tarde, con la puesta de sol, Stavros volvió. De vez en cuando marchaba de nuevo con los suyos, pero siempre volvía con la cacatúa rosa, que sabía entenderle y le había sabido darle aquella amistad tan especial".

"Bonita historia, pero, ¿que tiene que ver conmigo?", preguntó Tusha. "Todo", le contestó Sofía, "es una muestra de que cuando dos seres se quieren de verdad, más pronto o más tarde, volverán a estar juntos. Todos vosotros volvereís a reuniros, pero no tengas prisa, deja que tus humanos cumplan su ciclo vital. Así debe ser. Según el designio de la naturaleza, sus vidas son más largas y deben cumplir su destino."

sábado, 25 de julio de 2009

El inmenso azul









Durante los pasados 3 meses, habíamos tenido pocas noticias de nuestros amigos. Ellos habían continuado su camino, recorriendo colinas y valles y haciendo frente al cambiante tiempo de la primavera y, conforme los días se iban haciendo más largos, teniendo que resguardarse del calor que iba en aumento. Los SERES LUZ seguían cuidando de ellos y velando por su bienestar. Ellos volaban siempre por delante y buscaban el mejor lugar para dormir o preveían cualquier posible peligro.

El mensajero les traía noticias de sus amigos. Roakin, no mejoraba realmente, pues volvía a caer una y otra vez en su tristeza infinita. En cuanto a Oeeeehringen, el valle de los caballos salvajes, tampoco había cambiado nada. Seguía la guerra entre la reina Iiiilka y el taimado Eeeeed y sus coceadoras.

Por el contrario todo era paz y armonía en el Bosque de HUNDERTAUGEN. El joven Hermes, se había convertido en un Druída con excepcionales poderes curativos y premonitorios. Las Sabbat, vigilantes, habían recibido a Sara, la nueva compañera, con todos los honores.

Fué una tarde de mediados de Junio, cuando atravesando un campo frondoso plagado de brillantes amapolas rojas y olorosas lavandas, avistaron el la lejanía una estructura de aspecto desconocido, elegante ysujeta por muchas columnas.

"Acerquémonos con cautela, agazapáos", dijo DANDY, " pues no sabemos que pueda ser, ni como serán sus habitantes".

GINA elevó su hociquito y entreabrió la boca, tratando de discernir algo entre aquella mezcla de holores. "El holor de esas plantas azuladas es muy penetrante", dijo GINA, "pero detecto un holor como a salitre y pescado y una fresca brisa.... también detecto un lejano holor a otros gatos desconocidos, pero diría que las vibraciones son positivas".

"Avancemos entonces", dijo GATSBY con impaciencia. Y sin pensárselo dos veces, se introdujo decidido por entre las amapolas y lavandas, seguido por LOCKY, que trotaba a su lado con su alegría habitual. TUSHA y PUSHKIN, los dos hermanos de pelaje azulado y largas patas, saltaban ágilmente, como si fuesen ingrávidos.

No pasó mucho tiempo hasta que se encontraran a la puerta de aquel blanco edificio. Parecía una especie de templo. Sus alrededores parecían desiertos, pero de su interior salía una extraña luz vacilante y azulada.

Se acercaron con sigilo. Lo que vieron, les dejó boquiabiertos.

En el centro de aquel extraño templo se erguía la estatua de una gata de piedra negra, rodeada de velas. Pero lo curioso es que la luz de aquellas velas, era de agua.

"¿Velas de agua?" , dijo LOCKY, "Tal vez al fin hayamos llegado al lugar en el que el mensajero dijo que podría encontrar a mi querida hermana Edda".

La tarde empezaba a declinar, y también el calor. Una ligera brisa les trajo el sonido de unas risas en la lejanía.

Decididos a desvelar aquel misterio, continuaron avanzando. Dejando atrás los campos de flores rojas y azules y el templo, llegaron a una zona boscosa y tras ella, observaron algo nunca visto por ninguno de ellos. Una inmensa extensión de un azul incomparable, que se perdía en la lejanía. Pequeños granitos blancos se adherían a sus patas. De pronto, sobre esta arena vieron algo desconcertante. Varias gatas de lustroso pelaje, se introducían el aquella extensión azul y mientras lo hacían, sus cuerpos iban cambiando. Sus patas traseras se alargaban, y se cubrían de escamas y aletas y el resto del cuerpo, se convertía en cuerpos como si fuesen humanos. Sus largas cabelleras se agitaban al viento. Nadaban en el agua y jugaban entre ellas con tal agilidad que se diría que siempre hubiesen sido peces.
Casi no podían creerlo.... ¡podían nadar incluso bajo el agua!. Nadaban hasta una roca que había en el centro y desde allí volvían a arrojarse al azul con gran estruendo y alegres risas.

Era un espectáculo de una gran belleza, así que pasaron largo rato contemplando sus ires y venires. El sol empezaba a descender en el horizonte y las sombras eran cada vez más largas.

De pronto, GATSBY, tomó una decisión. Había que había llegado el momento de comprobar que era aquella cosa de color azul. Se aproximó decidido, la tocó y retrocedió de un salto........"Miiiiiauu, está mojada", gritó.

Fué entonces cuando las alegres bañistas repararon en ellos. Acompañadas por sus amigos delfines, nadaron hasta la orilla de aquel inmenso mar azul. Nada más tocaron la orilla, su cuerpo volvió a disminuir de tamaño y a cubrirse de pelo. Su larga cabellera se convirtió en peludas orejas puntiagudas.

Una gran gata de tres colores, que parecía ser la dominante se dirigió a ellos. "Bienvenidos viajeros, ¿que os trae a nuestras tierras de Myrtos?. Yo soy SOFÍA, la Gran Sacerdotisa de la diosa BAST. Seguídme, seguramente estareís cansados de vuestro viaje". Con paso majestuoso, les guió hasta el templo. Allí estaban ya esperando sus compañeras. "Antes de hacer las presentaciones, debemos entonar nuestro canto a la diosa, como cada atardecer, escuchad"


Luna de Myrtos, luna del heno, luna del trueno
Protege con tu luz nuestro mar que nos alimenta
Permite que como el, fluyan nuestras visiones y
que tu espíritu nos guíe en los sueños y la adivinación
Te damos las gracias por tu radiante abundancia.,
por tu magia , nuestro sustento espiritual.

Sus voces eran tan agradables y melodiosas, que uno no se cansaba de escucharlas.

Tras finalizar la ceremonia, las demás gatas se acercaron a nosotros y fué un momento de emotivos encuentros y topadas. Fué entonces cuando Locky se reencontró por fin con su querida hermana Edda, la gata blanca de ojos de agua.
El joven Elvis encontró por fin a Tatiana, su madre de preciosop pelaje azul. Tras una cena de pescado macerado con hierbas aromáticas, todos se retiraron a descansar, pero algunos tenían tanto que contarse, que siguieron charlando hasta casi el amanecer, mientras la luna proyectaba un reflejo plateado sobre aquel mar inmensamente azul, que ahora parecía negro azabache.











































































lunes, 4 de mayo de 2009

La luna de las flores danzantes

El joven Hermes había gateado y caminado su niñez junto a su hermana Holly en el Gran Jardín. Había corrido su niñez, como unas carrera hacia una edasd adulta, que nunca llegó.
No sabía muy bien que había ocurrido. Solo había sentido un golpe y luego.... aquella sensación como de flotar en la nada. Y de pronto, había aparecido en aquel extraño lugar. Había caminado perdido, balánceandose durante un trecho. Cansado y con las patitas doloridas, subió a un árbol, para otear el paisaje. Guiñó un ojo para ver mejor a unas negras siluetas enigmáticas, que se acercaban andando sinuosamente. Una de ellas, que parecía ser reverenciada por las demás, se dirigió a el y le dijo:
"Bienvenido seas Hermes del Gran Jardín al bosque de Hundertaugen. Tu, como cada ser, has sido llevado por la marea del destino. Tu, que fuiste joven, has cruzado el umbral . Hoy eres nuevo, como recién creado. Tu nueva familia y tu tribu, te dan la bienvenida. Usa esta nueva vida para dar alegría y hacer el bien a tus semejantes. Tienes ese don".
Hermes quedó tan sorprendido ante tan enigmático recibimiento, que solo se le ocurrió preguntar "¿Hundertaugen, que es Hundertaugen?. ¿Quien eres tu, no he visto tu cara en otra parte?".
"Yo soy Naomi la Gran SABBAT del Bosque de Hundertaugen, el bosque en el que reviven a una nueva vida todos los gatos del Gran Jardín. Estoy segura que encontrarásalgunos antiguos amigos"
"Naomi, Naomi, en mi jardín hubo una vieja gata gruñona llamada así......"
"Póngámonos en marcha, dijo Naomi, " debemos llegar cuanto antes al bosque para disfrutar de la Luna del Viento. Con nuestro poder mágico, prepararemos el suelo y los árboles para brotar. Nutriremos las semillas, para que sigan su ciclo fértil y daremos color y luz a las flores, que bailarán alegremente anticipándose a la luz y el calor venidero".
Hermes no solo había reconocido a la vieja Naomi, sino a otros muchos amigos. Pronto se sintió integrado en el bosque.
Las noches eran cada vez nás largas y muy pronto, la oscuridad languidecería en favor de la luz.
Bajo la luna llena, los gatos del bosque se reunieron de nuevo, en una reunión mística. Formaban un círculo y un silencio profundo invadía el bosque. En el centro del círculo, Naomi y las Sabbats, juntando sus patas delanteras y alzando sus caras a la luna, iniciaron un suave murmullo. que muy pronto fué repetido por todos los gatos y se convirtió en cantico.
"Luna del viento, Luna de las flores y de las semillas,
Luna de los árboles que verdean,
Haz que la magia fértil retoñe dentro de mi,
Kali, Hator, Isthar, Bast,
que empiece el ciclo de la abundancia y la creación".
De pronto, un increíble espectáculo se ofreció ante los presentes. En el claro del bosque, de un vástago alto cubierto de cintas multicolores, se desprendieron guirnaldas de flores que danzaban al son de una suave música, que parecía proceder de ellas mismas. Danzaban y danzaban frenéticamente, como guiadas por un espíritu ancestral .


Lejos de allí, nuestros amigos Gatsby, Tusha, Gina, Pushkin, Locky y los demás, que habían caminado durante todo el día, descansaban bajo un árbol y contemplaban la misma luna de Mayo. Hacía ya tiempo que habían abandonado la comoda mansión de Roakin. éste, había ido poco a poco superando su tristeza, con la ayuda de sus amigos y estaba en condiciones de afrontar su nueva vida.
Por otro lado en Oeeeeeehringen la reina IIIIIIIlka había sido de nuevo acosada y amenazada por el joven potro Eeeeeeed y sus 4 yeguas coceadoras. El futuro de Oeeeeeehringen, pendía de un hilo.

sábado, 28 de febrero de 2009

Sombras en la noche

Bajo la brillante y fria noche de final de Febreo , varias oscuras sombras acechan a alguien que está cada vez más próximo. El mernsajero vaticinó que una nueva maga llegará en cualquier momento al bosque de HUNDERTAUGEN. Sus compañeras, las siete SABBATS, la esperan con curiosidad .


Tal como dice la antigua profecía:
Llegaron y luego se fueron , las ocho sabbatts.
Un año, un dia, una vuelta entera de estaciones.
Seguiste el sendero,
y mira lo que hallaste:
un círculo de amigas que son tuyas.
Ya no eres novicia, has aprendido y crecido
El espíritu y la magia te han hechizado
y enraizado aún más en la sagrada tierra.
Llegas a la próxima marca en el camino.
Sigue adelante con total confianza,
en la seguridad de la asamblea. ven y ocupa tu lugar.
desde ahora todo será como sabías que debía ser´cuando por primera vez pusiste la mirada en el espacio sagrado.
NAOMI, las esperada, la gran SABBAT, había por fin llegado a su destino. el círculo se había completado y la profecía debía cumplirse.
Muy lejos de allí, GATSBY no podía dormir aquella noche. Contemplaba la misma fría luna de Febrero que alumbraba Hundertaugen y se preguntaba si sería la misma que verían sus queridos humanos. Esa noche hacía exactamente dos años que había llegado hasta aquí. Ellos lo habían sido todo para el. Fueron sus padres cuando era tan tan pequeño como un ovillo de lana, luego sus amigos y compañeros de juegos.... ¿Cómo olvidar los casi 10 años que habían compartido, y tantos buenos recuerdos?. Era en noches así, cuando le invadían los recuerdos, cuando sentía que solo un tenue velo separaba los sueños de la realidad, cuando la nostalgia le abrumaba y le entristecía.
Solo le consolaba el convencimiento de que ellos no le habían olvidado. Podía sentirlo a diario, pero aquella noche, casi podía tocar lo que fue su mundo con las aterciopeladas patas del recuerdo. Si cerraba los ojos, podía inmtuir cada objeto de su casa, oir la respiración rítmica de AMO y notar el olor del pelo de AMA que tanto le gustaba. SCHATZY dormía también sobre la cama y OBI, fuera en el pasillo. Seguro que seguía tan travieso como siempre y aún no había logrado entrar a domir en la gran cama por las noches. También TUSHA y SCHATZY tuvieron que pasar un tiempo hasta que lograron ganar la confianza de Amo y Ama.
Suspiró profundamente y se estremeció por el frio de la noche. Miró a su alrededor, como volviendo a la realidad. Sus amigos dormían a su alrededor, acurrucados unos contra otros para darse calor.
Habían pasado dos meses desde la Navidad y no se habían decidido a dejar a Roakin. Las navidades habían sido tan tristes para el, que decidieron quedarse con el por más tiempo, hasta que su ánimo comenzase a mejorar. Poco a poco, con tiempo y la ayuda de buenos amigos, lo iba consiguiendo. Talo vez pronto pudiesen emprender de nuevo el camino.




miércoles, 14 de enero de 2009

Un nuevo año por estrenar



Pasó la Navidad. Todos pusimos de nuestra parte para alegrar a Roakin, pero el no se dejaba ayudar. La mayoría de las veces, ni siquiera se dejaba ver ni acudía a comer con los demás. Se podía decir, que vivía para su amargura y sus recuerdos y para un pasado, que ya nunca volvería. Lamentablemente, así es el pasado, nunca se repite. El corazón de Roakin se había convertido en piedra, una preciosa piedra verde. Verde como la esperanza que el había perdido.
Todos nosotros recordamos las Navidades anteriores, tan alegres, con nuestros queridos amigos de la que fue la "Ciudad en la niebla", con su bullicio, sus tiendas y aquel pequeño niño que le había devuelto la vida, por su cariño hacia aquel jabalí tan desvalido. ¿Cómo estarían nuestros amigos?.
Ya no tenía sentido quedarse. Roakin tenía que buscar su propio camino y nosotros el nuestro.
La noche de Fin de Año, todo era silencio. Era una noche muy oscura, sin estrellas. El frio era muy intenso , así que nos acurrucamos unos contra otros, para darnos calor. El aire ululaba y se colaba por todos los resquicios de la morada de Roakin. Paerecía susurrar antiguas palabras de un idioma místico y ancestral. Daba miedo y cada vez, nos acurrucábamos más hasta formar una masa peluda, en la que no se distinguía donde empezaba uno y de quien era aquella cola. Fué así, como finalmente quedamos dormidos. Cesó el aire y nuestros sueños nos llevaron a épocas de nuestra vida, en la que éramos felices con nuestros queridos humanos.
GINA Soñó con aquella Navidad en la que ella y GATSBY recibieron como regalo una casita acolchada azul. El techo de la casita duró muy poco, porque nunca les gustó meterse dentro. GATSBY recordó aquel árbol de Navidad, todo lleno de ositos. DANDY y LOCKY recordaban las latas especiales que recibían como cena de Navidad. TUSHA y PUSHKIN , tan frioleros, soñaban con sus camitas junto al radiador y con las suaves caricias de AMA y los juegos de AMO. En sus sueños, todo volvía a la vida y volvían a estar juntos.
Pero mientras ellos soñaban, se oyó un suave murmullo, como de pequeñas voces y de roce de algo. Unos pequeños seres etéreos, las estrellas de nieve, estaban dando sus últimos retoques a sdus aristas y sus dibujos. Se oían pequeños crujidos. Alguien dijo muy quedamnente "Preparados.... YA". La sorpresa para el primer dia del año estaba lista. Cuando nuestros amigos se despertasen al dia siguiente, todo sería distinto. La naturaleza habría cambiado y se habría cubierto de un maravilloso manto blanco, como de azúcar.
Había empezado a nevar. El primer dia del año, sería una fiesta inesperada.











En otro lugar de Asgard, dos jóvenes gatos, llamados VALERIA y WALDO, habían llegado por fin a su destino en el bosque de HUNDERTAUGEN. Era el lugar al que debían dirigirse todos los gatos del Gran Jardín. Les habían preparado un recibimiento especial. En la noche de Fin de Año, en la GRAN APOTEÓSIS FELINA, recibirían su nuevo nombre y reencontrarían a sus antiguos amigos, que les habían precedido hasta allí.
WALDO VALERIA