lunes, 6 de agosto de 2007

Hundeasgard II

Un perro negro de patas larguísimas y orejas recortadas nos cortó el camino.
"Alto ahí", nos dijo, "¿Quienes sois y como osaís aproximaros a nuestro refugio?".
"Primero dïnos quien eres tu", le espetó Dandy sin inmutarse lo más mínimo.
"Yo soy DOBY von Dobermann, del Noble Clan de los Perros Vigías. Nuestra misión es mantener alejados a todos los posibles intrusos como vosotros. En este bosque hay a veces criaturas extrañas. Me dirás de una vez a qué habeís venido y porqué llevaís a uno de los nuestros con vosotros?".
"Yo soy DANDY aus dem Botanischen Garten. Todos nosotros somos gatos. Vivíamos en KATZENASGARD, pero hemos comenzado un viaje iniciático. Al llegar a este frondoso bosque, encontramos a muy buenos amigos de HUNDERTAUGEN, pero también encontramos a la perra LAIKA, que estaba perdida y le prometimos traerla hasta aquí".
"Está bién, ¿cual es la contraseña?", preguntó Doby con cierta brusquedad.
Dandy quedó pensativo. No recordaba que nadie hubiera mencionado tal cosa. De pronto, nuestro amigo, el pájaro de color escarlata, cantó su inevitable "Rrrecuerda, BARABÚ, BARABÚ.
"¿No será quizás BARABÚ, BARABÚ?", contestó GATSBY.
En ese momento se acercó un perro grande, de melena color canela y cara sonriente. "En efecto, esa es. Está claro que vuestra intención no es hostíl, puesto que habeís arriesgado mucho por traer a Laika con nosotros. Seamos amigos. Yo soy BORIS aus SEGAROVO, del Noble Clan de los Perros Pastores. Sed bienvenidos en nuestro refugio.
Una perra del Clan de los Perros Vigías se acerccó a Laika y lamiéndole la cara le dijo "Soy RASPA von Dobermann y te acepto como amiga. Sentémonos y cuéntanos tu historia.
Nos acomodamos como pudimos sobre unas rocas y Laika repitió la historia que ya nos había contado hace tiempo.A veces era un poco difícil entender el idioma tan gutural de los perros. Además, todos querían tener el último ladrido y se ladraban sin parar unos a otros, pero poco a poco nos fuimos acostumbrando.
Había otros muchos perros como, por ejemplo, MAX y MORITZ, los amigos inseparables del Clan de los Pastores . También había un pequeño perro blanco muy simpático llamado SILVER, que se sentó a nuestro lado, como si fuera uno de nosotros.

De pronto, un perro de larga melena negra y gesto altivo, llamado FRITZ, se subió a una roca más alta y, levantando su afilado hocico hacia la luna y emitió un sonido agudo y ululante. Los demás siguieron su ejemplo, en una ceremonia mística que recordaba a sus antepasados, los lobos salvajes. Era un sonido estremecedor que, por suerte duró solo pocos minutos.
Pasamos la noche con ellos en aquél jardín tan extraño, con aquellas figuras de piedra y los matorrales altos, como si hubiera sido abandonado hace tiempo.
Antes de dormirnos, BORIS nos ofreció su ayuda para cruzar el bosque, para evitar que fuésemos molestados por mutantes o sufriésemos algún peligro. Era un perro verdaderamente amable, con el que era fácil hacer amistad. Nos confesó que los gatos siempre le habían caido simpáticos porque había convivido con algunos de ellos en su vida anterior y los conocía bien.
La noche era algo fresca. Me dormí pensando en la famosa leyenda de la enemistad entre perros y gatos y en la armonía que reinaba allí.