domingo, 11 de marzo de 2007

NUEVOS DESCUBRIMIENTOS





















Me he despertado con una agradable sensación de bienestar. Aunque en sueños, he vuelto a mi casa, con mis amigos. ¡Hummm, que gusto!
El relente de la mañana, me hace acurrucarme en mi camita. Aún es pronto para levantarme. Me estiro y sigo durmiendo, deseando volver al sueño anterior.
Mucho más tarde, cuando el primer rayo de sol me da en la cara, decido salir y comenzar un nuevo día en esta nueva existencia, que aún no acabo de entender. Me estiro de nuevo para desperezarme y me dirijo al rio, para empezar la mañana con un poco de yogurt. Hoy me apetece frutas del bosque. Me trae tan buenos recuerdos!.
Con el sol en la cara, me decido a empezar a explorar este nuevo lugar tan extenso y desconocido. La temperatura es perfecta.
Dirijo mis pasos hacia el arco iris y ando un buen rato hasta llegar a un camino, bordeado de vegetación. Todo es grandioso aquí, las montañas se pierden en las nubes, la vegetación es profundamente verde.






De pronto, siento que alguien me observa......




A mi derecha, a la entrada del camino, hay un gran gato siamés. No le conozco, pero tiene algo que me resulta familiar. Se aproxima a mi con paso majestuoso, como de gran felino. "Me presentaré", me dice, "yo soy Dandy, hermano de Gina", "ella me contó que habías llegado". tu debes de ser Gatsby, no?

DANDY

"Vaya", le contesto, "no sabía que fuese ya tan popular". "Hummm, ¿hermano de Gina, eh?, con razón me sonaba tu cara".
"En realidad", me dice, "te estaba esperando. Yo también conocí y quise mucho a tus humanos y estaba deseando volver a saber de ellos".
"¿Ah, si?, pues yo nunca te vi por nuestra casa!.
"No, yo fuí uno de los famosos gatos del Jardín Botánico, seguro que oiste hablar de nosotros alguna vez. De hecho, yo fuí uno de los Reyes Gato del jardín, hasta que caí enfermo y tus humanos me acogieron y me dieron varios años de vida feliz, junto con otros gatos, pero vivíamos en otro lugar".
"Claro, Dandy, he oido hablar de ti muchas veces. Tendremos que hablar con más calma de nuestras experiencias y contarnos nuestras vidas. ¿Porqué no te vienes conmigo?". "¡Tengo tantas preguntas que hacerte!".
Entre el largo paseo y nuestra alegre charla, han transcurrido varias horas. Ya es hora de volver a casa. Seguro que tendremos tema de conversación para mucho tiempo. ¡Éste tipo me cae realmente simpático! .