Nadie sabe cómo comenzó aquel infierno.
Era la época de las tardes largas. Nuestro bosque nos protege del calor. Los árboles nos daban sombra y frescor y solíamos escondernos en los matorrales que eran muy abundantes.
Fue aquel atardecer en qué nuestras vidas cambiaron para siempre. El calor había ido en aumento. A lo lejos comenzaron a verse llamas que eran especialmente llamativas conforme la oscuridad iba avanzando.
¿"Que es eso amarillo que se acerca a nosotros?", preguntó el pequeño URSO a su madre osa.
"Los humanos lo llaman FUEGO y, si no lo extinguen pronto, puede acabar por arrasar nuestro bosque, tal como lo conocemos, transformar nuestros queridos árboles en cenizas y nuestros valles verdes en tierra reseca y quemada que tardará muchos soles en volver a ser como fue ".
A lo lejos se escuchó la ronca voz de ARTAX , el enorme jefe de los ciervos "Peligro, peligro, debemos marchar y dejar todo atrás. Muchos hermanos animales ya han perecido presa de las llamas. Las copas de los árboles y el matorral están en llamas y ya no son seguros. Tomad a vuestras crías y no miréis atrás. Sálvese quien pueda".
Los dos osos miraron con tristeza y por última vez lo que había sido su hogar. Dejar atrás las que fueron sus montañas y el que fue el bosque de sus antepasados era una decisión difícil pero les iba la vida en ello.
Una pequeña liebre pasó rápidamente como una exhalación "Rápido, corred, el fuego se acerca cada vez más y el ambiente es irrespirable".
De lejos vieron pasar corriendo a muchos animales del bosque, entre ellos a los linces, los lobos y una familia de zorros. El más pequeño de los zorros iba cogiendo la cola de su madre para poder correr a mayor velocidad.
Las pavesas flotaban en el aire y ayudaban a la propagación del fuego.
Un cuervo pasó volando sobre sus cabezas. Sus plumas ardían.
Mamá osa y su hijo regordete y patoso, se pusieron en marcha. Ya no debían pensarlo más.
"Vamos, mi pequeño, súbete a mi lomo y agarrate bien con tus zarpas. Pongámonos a salva. Tiempo tendremos de encontrar un nuevo hogar".
A lo lejos se escuchan voces humanas cerca del margen del bosque y sonidos de extraños aparatos en el cielo cubierto de denso humo gris. Del cielo comenzó a caer agua.
Los humanos con sus trajes y cascos protectores lanzan agua desde las alturas y desde la distancia con unos tubos largos pero la potencia del fuego hacia inútil cualquier esfuerzo. Durante muchos días se esforzaron hasta el límite para detener aquella tragedia. Estaban agotados pero salvar a personas, animales y el entorno era su prioridad.
Era imposible ver el cielo pues estaba cubierto por densas nubes. De pronto, el cielo rugió con gran fuerza y seguidamente se iluminó con una luz blanca, una vez, y otra y otra.....
Una densa cortina de lluvia, comenzó a caer. La madre naturaleza, venía por fin en auxiliar de sus criaturas, donde los gobiernos humanos no habían sabido poner los medios a tiempo.
Atrás quedó su bosque totalmente carbonizado.
Tras una larga caminata, no exenta de peligro, lograron dejar atrás el fuego.
Vieron un viejo almacén deshabitado y decidieron descansar allí. Se encontraron con muchos animales que también habían dejado atrás el bosque calcinado e inerte...los lobos, zorros, linces, ciervos y hasta buhos y ardillas. Los últimos en llegar fueron los jabalíes. Los pequeños jabatos apenas podían respirar.
Algunos humanos les acercaron cubos con agua para que pudieran recuperarse.
Pronto se pondrían en marcha para buscar un nuevo bosque que hubiera también sobrevivido y volverían a formar una gran familia y un equilibrio deseablemente duradero en el que poder continuar con sus vidas y las de sus crías.
Muchos de sus seres queridos quedarían atrás como víctimas de algo que podría haberse evitado.
Nota :
Este escrito es en agradecimiento a todos los bomberos y lugareños que arriesgaron sus vidas o incluso las perdidas o las familias que sufrieron tantas pérdidas.
También en recuerdo de todos los árboles y animales del bosque, de granja o domésticos que no lograron sobrevivir.
Sería deseable que sus muertes y tanta devastación no hayan sido en vano y sirvan, al menos, para que se tomen las medidas pertinentes para que esto no vuelva a ocurrir cada verano.
Planta un árbol, o mejor muchos...ellos son vida, sombra, agua , cobijo , alimento y belleza.
El corazón verde💚 de nuestra Madre naturaleza te lo agradecerá.
2 comentarios:
Bonito, y triste. Y muy real.
Como se parece a lo que está sucediendo ahora ,verdaderamente muy triste, siento tanta impotencia que no tengo palabras para describir el sentimiento que llevo dentro
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