domingo, 10 de agosto de 2025

Historias de la LUNA ROJA. El LOTO AZUL.

 Aquella noche lucia una inmensa luna roja que iluminaba las antiguas piedras de GATTIKA que durante miles de soles vieron el devenir de culturas y de naves que surcaban el GRAN AZUL MERIDIONAL.

Era  la estación de los días largos y las noches cortas. Hacia un calor asfixiante. Los gatos se estiraban y daban vueltas y más vueltas sin conseguir dormir. 

SCHATZY, la CONTADORA de HISTORIAS, miraba abstraída hacia la gran luna . Cautelosamente, como sin querer asustarla se acercó a ella una gatita carey, de las llamadas "gatas de la luna". Pasó un buen rato hasta que se atrevió a hablar. 

"Me llamo CLEMENTINA de ROJAS y acabo de llegar".

"¿SCHATZY, porqué no nos cuentas una de tus  historias como bienvenida en esta noche tan especial?", preguntó GATSBY

"Será un placer. Os contaré una historia muy antigua que ocurrió en un lejano tiempo y un lejano país, en que los animales eran dioses, situado al otro lado del Gran Azul Meridional.                                                Dicho  pais estaba  y está todavía surcado de norte a sur por un caudaloso rio.  Desde tiempos inmemoriales, los habitantes de dicho pais  cultivaban cereales en sus fértiles veredas. Guardaban el grano en enormes silos para alimentar a la población. Pero todo esté grano almacenado, atraía a una gran población de roedores. Y ahí es donde entraron nuestros ancestros, los gatos. Llegaron desde el desierto y, con el tiempo, su labor llegó a ser tan importante que fueron venerados y adorados también como dioses. 





Era un mundo con grandes desigualdades, como sigue siendo el mundo de los humanos. Algunos vivían en palacios fastuosos mientras que otros vivían del trabajo duro o en la pobreza más absoluta.          Parece que no han cambiado mucho.                                Por desgracia, hubo varios soles de una enorme sequía. El río disminuyó mucho su caudal . Los lotos se escondieron en el fango y este se secó . Los  esquifes ya no podían navegar. Los que fueron  fértiles campos de trigo, eran tan solo tierra seca, cuarteada y esteril. 




KAMUZU, el médico , y su joven mujer MUT habían tenido a su primera hija a la que llamaron MERARY, la muy amada. La pobreza llegó a tal punto que no tenían apenas comida ni agua para alimentarse.


Un atardecer muy caluroso vieron llegar a su patio a una gata con sus tres gatitos. Estaba exhausta y escuálida, tratando de alimentar a su prole con la poca leche que tenía. MUT no lo pensó dos veces  Les ofreció, cobijo. Compartieron con la pequeña familia la poca comida y agua que tenían. Una vez recuperados, los  tres gatitos  eran traviesos y alegres. Verlos correr y jugar por el patio era una de las pocas alegrías que les quedaban.




Fue una noche de luna roja como esta . La gata madre, sentada  majestuosamente como una esfinge, sobre los pergaminos del médico, les transmitió un  mensaje. 



"Mis pequeños y yo os estaremos eternamente agradecidos por habernos salvado de una muerte segura . Nos habéis cuidado con tanto cariño  y compartido vuestros escasos medios con nosotros.                    Como agradecimiento queremos  haceros un regalo. Os regalaré un LOTO AZUL, la flor mística  que atraerá el agua y devolverá la fertilidad a los campos y la prosperidad a vuestro pueblo. Soy una de las muchas representaciones de BAST, la diosa de los gatos y diosa también de la familia y la fertilidad". 







"Por cada uno de mis tres gatitos, habrá una celebración todos los años, para que nunca sea olvidado que los humanos fuistes altruistas y amables con seres desvalidos en momentos de mayor escasez". 



KAMUZU y su familia no podían dar crédito a lo que estaba ocurriendo. De la tierra reseca frente a su humilde casa , brotó una flor azul que parecía hecha de cristal. Las nubes aparecieron como de la nada y una  gota de agua cayó sobre el loto azul. A esta siguieron millones de gotas. que cayeron mansamente como una bendición. Una sensación de frescor y un aroma de tierra mojada lleno el ambiente. Poco a poco, el rio recuperó su caudal y en sus márgenes volvieron a crecer los lotos. Los campos se volvieron amarillos, repletos de trigo.                                            Los humanos, agradecidos,  construyeron una hermosa ciudad en honor de  la diosa BAST con templos que estaban habitados por preciosos gatos de todos los colores.    La llamaron HELIÓPOLIS


"Que preciosa historia y que preciosa luna", replicó CLEMENTINA. Gracias por vuestra gran bienvenida. Cuando vivía en el mundo de los humanos me fascinaba la luna llena. Solía contemplarla  desde lo más alto de mi árbol favorito que me servía también de protección. Era un lugar privilegiado. Me despedí de él cuando me adoptaron otros amables humanos. . Él sigue alli".





"¿Somos nosotros también representaciones de la diosa BAST?", preguntó TUSHA, el esbelto gato de pelaje gris plateado.   
"Todos los somos, contestó APAXIA , la majestuosa gata bibliotecaria, con un gran bostezo. Su magia y su elegancia está en todos nosotros y son afortunados los humanos que saben encontrarla y tienen  a uno o varios de nosotros en sus vidas, como protectores frente a las las energías negativas. Lamentablemente nuestra partida les genere gran tristeza  porque no asimilan que necesitamos regenerar nuestras energía y por ello nuestras vidas son mucho más cortas aunque siempre volvemos."

Poco a poco, entró el viento del mar .  Nuestros felinos se durmieron al fin, bajo la inmensa luna roja, soñando con lugares lejanos y mágicos templos de otros tiempos. 





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