Después de mi viaje en aquella caja, descubrí que aquellos seres con patas tan largas era lo que llamaban "humanos". En poco menos de una luna, pase por tres casas diferentes y parecía que en ninguna de ellos llegaban a entender que yo era "alguien diferente". De pronto había pasado de ser el "gatito mas deseado" a no saber que iba a ser de mi.
De nuevo me metieron en aquella caja y me llevaron en algo que se movía. Apareció una humana de pelo rojo para recogerme. Recordaba haberla visto antes en el jardín . Parece que todo el mundo quería opinar sobre mi nombre pero al final me pusieron de nombre KASPER porque, con mi pelaje blanco, parecía un fantasma en la oscuridad. Bueno, eso me contaron porque yo no sé qué es un fantasma.
Me llevó a un sitio donde una persona verde me pinchó y me sacó un líquido rojo de mi patita. Parecía que todo estaba bien y volví a la caja. Desde allí me llevo a lo que iba a ser mi casa y me vi rodeado por otros tres seres peludos como la que me cuidó cuando llegué al principio. Me enteré que se llamaban GATOS y yo también, desde que cambié de forma para poder convivir en MIDGARD.
Una era de tres colores como mi hermana. Se llamaba MELINA y tenía mucho carácter pero jugaba bastante conmigo.
Los otros dos eran de color naranja y blanco. Al más peludo de los dos, no le sentó nada bien mi llegada y durante una luna no volví a verle. Luego me enteré que se llamaba SIRTAKI. El otro gato naranja hizo muy buenas migas conmigo . Casi diría que me adoptó porque me cuidaba y me limpiaba como si fuera mi padre. Se llamaba OBI-WAN y era el jefe de la manada. Era un gato grande y gordito y era el que siempre se le ocurrían las mejores travesuras.
Y así, sin darnos cuenta , pasaron cinco ciclos solares. Crecí mucho y me convertí en un gato grande y robusto de patas fuertes y cabeza grande con una melena blanca y larga y poblada cola negra.
Era tan fuerte y tan ágil que podía dar saltos acrobáticos desde el armario a la cama.
Siempre me asustó cuando venía gente desconocida a casa y entonces, el mundo de debajo de la cama era mi refugio, como cuando era "la fiesta del ruido" todos los años.
El tiempo pasó para todos y OBI-WAN tuvo que marchar. Las cosas ya nunca volvieron a ser igual para mí. Lo echaba muchísimo de menos. SIRTAKI siempre me dejaba claro que él era el que mandaba pero solo me toleraba.
Con MELINA pasó algo muy extraño. Una noche que hubo un eclipse de luna, se enfadó conmigo y ya nunca volvió a ser mi compañera de juegos.
Empecé a sentirme solo y extraño y, pasado un tiempo, comprendí que debía marchar . Mi tiempo allí, había llegado a su fin.
Se que mi humana piensa que no siempre me entendió pero se equivoca. Ella comprendió lo que significaban mis saltos y que cuando me incorporaba sobre mis patas traseras era un ser diferente . Me llamaba su "pequeño unicornio", tan ingenuo y amable pero indomable. Así quiero que me recuerden, no con tristeza porque siempre me trataron con cariño. Me sentía tan feliz cuando me cepillaba, cada mañana y cada noche. Ahora debo dormir.
Pero no será para siempre . Seré ese pequeño unicornio de plata que siempre estará cerca, cada mañana, cada noche.
Allá donde vayas, siempre me encontrarás. Y tal vez algún día podáis ver mi mirada en otro de mis hermanos gatos. Otros han vuelto. Si llega el momento , el o ella os encontrará.
En Navidad , estaré con mis hermanos unicornios bajo el árbol de luces. Le daré mis colores...blanco, como mi pelaje y amarillo y azul como mis ojos.
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